Vacíos alternos: vida, muerte y deseo en México
- Santamaria
- hace 3 días
- 3 Min. de lectura
Actualizado: hace 1 día
Arte de proceso y performance
Aguascalientes
Chihuahua
Yucatán
Sonora
Ciudad de Mexico

Así empiezo a dar cuenta de un año dedicado a interrogar el significante "vacío" en las coordenadas
del suicidio en México a través del proyecto Vacíos alternos: vida, muerte y deseo. Arte de proceso y
performance, sobre la dinámica coyuntural entre vida, muerte y deseo. Un trabajo de investigación y
creación artística en el que busco reflexionar y dar expresión a los fríos datos estadísticos sobre la
natalidad y la mortalidad, y en especial el suicidio en México, a partir de información emitida por el
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) del 2023. Tomo la muerte por suicidio
por ser un acto radical de autoagresión en los márgenes de la tríada que propongo como aspectos a
revisar a la hora de hablar de sufrimiento mental humano. Desde una perspectiva personal, pero
apoyada en algunas perspectivas psicológicas y una elaboración conceptual a través del arte acción,
he querido llevar la macro-visión estadística sobre estos aspectos de la vida social de nuestro país a
un plano más cercano a la experiencia personal. Me he comprometido, con los recursos que me da
el arte de performance, a crear espacios activos de reflexión sobre la vitalidad, el drama y la tragedia
humana intrínsecos a dichos datos. Dar expresión a lo innominado o elusivo de la realidad del suicidio:
la tensión entre la cifra y la vida y muerte de una persona; la soledad del acto y la particular presencia
del vacío que deja. Poner signos de interrogación a ideas y prejuicios relativos a esta forma de muerte
y a la cuestión del deseo humano, centro y generador de la vitalidad humana o su malestar, que puede
llevar al suicidio.
Foto Paloma Rincón
Uno de los temas recurrentes en mi obra desde hace 30 años ha sido el tema y la realidad de la muerte.
A través del arte acción he creado formas de responder, expresar o acompañar procesos de trauma y
duelo que conlleva la muerte de un ser querido, sobre todo si es violenta (Arrastrando un cuerpo, UCLA
y DF 1995 y Parábolas de desalojo y procesos de regeneración, México y países latinoamericanos
(2014-2016). Y formas de cultivar la resiliencia humana a través de la creación artística (Encierro Solar
MACO 2020). Aunque he recorrido un proceso largo, a veces difícil e incierto (performance en espacios
públicos) con este tema, éste ha sido, también, fuente de experiencias significativas y restauradoras del
deseo de vivir y seguir trabajando estos aspectos oscuros de la vida (oscuros por ser inconscientes) y
causa de estrago.
Hasta donde se tiene evidencias, el suicidio ha existido desde tiempos remotos y sus motivos varían en
el tiempo, contextos y situaciones específicas. En nuestras sociedades modernas-neoliberales, esta forma
de muerte está teñida aún de mitos, estigmas y silencio a pesar de los avances en conocimiento, medios
de comunicación y el reconocimiento oficial como un problema de salud. Se cree, por ejemplo, que sólo
las personas con trastornos mentales cometen suicidio. Suele pensarse es malsano hablar de la muerte y
que apuntalan el problema y que acaso sirvan a lo siniestro e intrinseco a las sociedades humanas.
Foto DaIs
Cuando el suicidio no es un acto de auto-eutanacia, en casos de dolor y deterioro de la salud física o
inducidopor presiones externas, el paso al acto suicida suele expresar un padecimiento estructural
psíquico del individuo desde su formación inicial. Se reconoce lo difícil de su detección y lo singular del
tratamiento. El psicoanálisis ha señalado, desde sus comienzos, la gravedad de generalizar el sufrimiento
mental y declara que “cada caso es singular”, único. La realidad del suicidio hace contundente la
importancia de entender esta premisa, lo que podría ayudarnos a reconfigurar nuestra visión y actitud hacia
este malestarsocial en toda su realidad. Por otro lado, si bien, los datos estadísticos son de gran utilidad a
los estados del mundo para tomar medidas de salud pública preventivas e intervenciones oportunas,
también son un campo fértil para fines, usos y abusos de todo tipo, sobre todo políticos, ideológicos y de
mercado. Es importante no olvidar que estos cómputos se hacen de vidas e historias ‘singulares’, diluidas
en los conceptos masivos y abstractos de sus cifras. Fórmulas como “Cada 40 segundos se suicida una
persona” de la OMS 2019, me han compelido a hacer una especial aproximación artística a esta realidad.

Aunque en la historia del arte se cuenta un número considerable de suicidios, el arte y la literatura,
paradójicamente, han respondido, en la era moderna, a los malestares inherentes a nuestro tiempo y
quizás a los de la civilización misma. Estos han sido materia de sublimación, deconstrucción y creación;
creando mundos alternos, denuncias, o expresando lo inexpresable, o desafiando un orden de cosas
insoportable, invivible para la libertad ‘singular’.
ES
Foto Nancy Santoyo


Foto Nancy Santoyo








































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