Macuilpa Macuilli (cinco veces cinco) El proceso y los días

Facultad de Artes Plásticas, Universidad Veracruzana

Arte de proceso

Elvira Santamaría Torres

Del 5 al 9 de julio

5 días/ 25 horas

Proyecto apoyado por el Sistema Nacional de Creadores de Arte

Macuilpa Macuilli. Cinco veces cinco. El arte de proceso se introduce en la construcción y transformación del tiempo en su dimensión física, psicológica y como propuesta artística. En estos días cuando el Covid-19 parece lentificar y mutar su innegable amenaza, y la vacunación todavía es cuestión de privilegios sobre tiempo y recursos, nuestra forma de vivir en el encierro, la incertidumbre y los tremendos cambios del día a día ya nos hablan de un tiempo que pasa, cambia y muda todo cuando menos lo esperamos. Sin comprender todavía qué es lo que sucede en el desarrollo de esta calamidad, y mucho menos lo que vendrá para cada uno de nosotros, podemos recurrir a examinarnos a nosotros mismos como parte del cambio; a sentirnos interrogados o aún más, compelidos a cambiar algo en nuestra vida; a ejercer la transformación de algo como obra creativa, tanto como deseemos y sepamos hacerlo.

Antes de la pandemia mundial del Covid-19 decidí realizar 20 días de proceso performático emulando un mes del año solar en la rueda del tiempo de los pueblos indígenas mesoamericanos. Fue una forma de medir el tiempo terrenal-cósmico que dejó de existir a partir de la conquista española, una catástrofe para los antiguos mesoamericanos, cuyos sobrevivientes tuvieron que asumir un cambio radical de fundamentos. El proyecto que propongo aquí, además de ser una reflexión sobre la matrix del tiempo humano, es una apuesta por crear un tiempo fuera de la corriente de los hábitos, acciones, gestos e identidades arraigadas en un sistema de valores y una visión del mundo obsoletos, perjudiciales y dolorosos para el mundo de hoy.

En estos días, que todavía se suman a un tiempo largo en el desarrollo de la pandemia en México y el mundo, quisiera tomar 5 días para elaborar una obra de arte de proceso y profundizar en los efectos que opera el ejercicio creativo del arte en la resiliencia humana, en especial, el arte de la performance y, muy en particular, el arte de proceso.

Los 5 días (macuilli) aciagos en los calendarios mesoamericanos completaban el ciclo astronómico de 365 días, pero también inspiraban la imaginación al hallarse contenidos para cubrir el fallo de un ciclo de vida matemáticamente imperfecto y evitar el amenazante vacío de dicha imperfección en la narrativa cultural-religiosa de su momento. Las narrativas generadas alrededor de esos desajustes de la realidad pueden operar efectos calmantes y regeneradores, u oscuros, de catástrofe, desesperanza e injusticia. Por lo que es importante reflexionar en la creación imaginativa del folclor actual y del arte para elaborar, nosotros mismos, los elementos que apoyen nuestros procesos de resiliencia.

Para ello, encuentro que la obra de arte de proceso es un marco conceptual abierto al desarrollo de la reflexión sobre cualquier suceso de la vida: un laboratorio de creación y transformación de nuestra relación con la realidad; los significados y sentidos de aquello que deseamos, nos inquieta o constriñe.

Sobre el Arte de proceso. Esta forma del arte de acción aspira a ser un dispositivo de interrogación de cada persona en las amplias coordenadas de un contexto temporal abierto a la exploración lúdica. Es un lugar para inventarse principios, reglas, dinámicas, objetivos, con la posibilidad de perderse en descubrimientos inesperados en uno mismo. L’artiste en diálogo con sus deseos, aspiraciones, visiones, oficios y recursos aspira también a ser convocatoria abierta para el diálogo y debate con les Outres sobre lo que se reporta. El arte de proceso es una obra mutante y resignificante: poesía viva y un nuevo relato en construcción.

La obra será de larga duración para que tenga un impacto distendido y sutil en mi conciencia y en la conciencia del espectador, testigo viviente de la obra. En caso de estricto aislamiento, la acción se transmitirá online. Aunque no pueda haber público, el trabajo en proceso se vuelve una misión aún más importante, porque el trabajo creativo, fuente de los recursos de la libertad humana, se encuentra amenazado siempre por la estandarización de las respuestas y narrativas sobre la realidad.

Esta puesta en acción intenta crear su propia estructura temporal mediante el conteo, uno a uno, del número de días de pandemia, encierro y medidas sanitarias desde su comienzo a la fecha: 23 de marzo de 2020 al 9 de julio de 2021. Dicho conteo se hará en 5 idiomas (náhuatl, español, inglés, francés y alemán), secuenciados por turno. Contaré solo en náhuatl los números más importantes en el calendario mesoamericano: 5, 13, 18, 20, 52 y 73. Estos y las otras lenguas: español, inglés, francés y alemán servirán de materia para tejer el tiempo de la obra. Mi memoria y mi concentración definirán esos lapsos de tiempo entre un número y otro.

Quisiera mencionar, solo por empezar esta incursión simbólica en el número 5, que este año cumplo 30 años como artista del arte acción y 25 practicando el arte de proceso, y de escribir para mí misma. Sin saberlo, me había puesto a hilar conciencia y a tejer tiempo. Con todas sus imperfecciones celebro esa tela que es mi vida bajo el signo del arte de acción: el arte de ser y, espero, un día, saber desaparecer.

Estructura temporal de la obra:

Proceso de 5 días / 5 horas de proceso/día = 25 horas x 60 min = 1500 minutos + 21= 1521.

Encierro en México empezó el 23 marzo a la fecha en que finaliza la obra, 9 de julio de ejecución de la obra.

365 días de 2020 + 108 días de 2021 = 473 días

Intentaré contar hasta el número 473 en español, inglés, francés, alemán intercalados por turno, y solo en náhuatl los números más importantes del Tonal.

Día 5: 5 horas de 12-5 pm c/día